sábado, 14 de enero de 2012

Desintoxicación

Como es de público conocimiento (?) ayer fue la Rispé
Comencé mi tarde en un bar divino que recomiendo a todos los amantes del espíritu vintage genuíno, a todos esos corazones sensibles que se emocionan al observar el dibujo de unos mosaicos imposibles hoy en día. El bar se llama Le Troquet de Henry y está cerca del Abasto. 


Como podrán imaginar, con el clima amable de estos días, insistí en la cerveza, y eso se prolongó durante el resto de la noche.
Hoy volví a mi casa a eso de las 8 de la mañana con una resaca moderada pero molesta. Quiero decir que yo nunca me emborracho, porque mi estómago comienza a morir antes de que el alcohol pueda tener algún efecto visible. Pero con los años, la resaca, el peso en la cabeza al día siguiente, etc., es bastante molesta. 
Así que hoy, habiendo llegado tan temprano, fui a hacer las compras y me armé al mediodía una ensalada muy rica, y ese fue mi almuerzo. Papas hervidas, tomate, y berro. Un poquitito de pimienta y un mínimo de aceite de oliva, nada más. Ni siquiera le puse sal, porque cuando le ponés berro a algo su sabor simplemente invade todo y no tiene sentido.
Quiero decir que viviendo en Brasil me hice muy fanática del berro, porque allá es más barato y común que aquí -y por lo menos en donde yo vivía- se come con la frecuencia de la lechuga, tipo una o dos veces por semana. Se come lavado y con vinagre y sal, con la mano.
Y todos estos años continué consumiendo mucho berro porque su gusto picante y fuerte es como una evolución carnosa de la radicheta y me vuelve loca. 
Lo lindo es que como fui mucho más temprano  que de costumbre al super, encontré los paquetes de berro recién dispuestos y frescos. Me puse muy contenta, tomé mucha agua, y ahora... tengo otro cumpleaños. Así que.